Se trata de comprobar si lo
dibujado por el sujeto se corresponde con su
situación en la vida real, pudiéndose dar estos
supuestos:
1- El sujeto dibuja escenarios
diferentes al suyo propio, lo que sugiere que desea un cambio
en su situación.
Así, si un soltero dibuja una
situación de casado, está indicando deseos de casarse.
2- El sujeto dibuja situaciones
pasadas, con el significado de querer retroceder en el
tiempo.
Así, si un novio dibuja amigos o
amantes se interpreta como disconformidad con su
relación actual de noviazgo, deseando retroceder a
épocas pasadas
3- El sujeto dibuja la situación que
corresponde con la suya en la realidad, con lo que está
expresando que acepta dicha situación.
Si el sujeto quiere volver atrás una
vez iniciado el dibujo, o quiere romper el papel, se ha
de procurar que no lo haga, sino que continúe
realizándolo.
También es importante tener en cuenta
los comentarios que el sujeto pueda ir realizando
mientras ejecuta el dibujo, haciéndole las pertinentes
preguntas para detectar posibles problemas.
Bibliografía: J.
M. Cid y S. Urbano: "Personalidad y conflictos en el
dibujo". Delta Publicaciones