El test EPA, Evaluación del Potencial de Aprendizaje, de Fernández Ballesteros y otros tiene como objetivo evaluar el potencial de aprendizaje del sujeto, es decir, en qué medida éste puede aprovechar un entrenamiento cognitivo.

Esta prueba, que está inspirada en el Test LPAD (Learning Potential Assessment Device) de Feuerstein, puede aplicarse a partir de los 5 años de edad, a niños con CI entre 50 y 85.

Se basa en el modelo test-entrenamiento-retest.

En la fase de test se aplica el test de matrices progresivas de Raven.

En la fase de entrenamiento se presentan dos series de problemas, dependiendo de si en la fase de test se ha aplicado el Raven Color

o el Raven General.

Para enseñar a resolver los problemas de razonamiento del tipo del que plantea el test Raven, se siguen estos pasos:

-Primero se proyecta la diapositiva con la matriz incompleta y las seis alternativas de respuesta

-Un sujeto sale a la pizarra a escribir la respuesta

-Se realiza una valoración grupal de la idoneidad de dicha respuesta, discutiéndola y planteando otras alternativas.

-Por último se proyecta la diapositiva de la respuesta correcta.

En la fase de retest se vuelve a aplicar la prueba de Raven.

Con los resultados se obtiene un puntación directa de ganancia (PGD), que es la diferencia entre la puntuación del postest y la del pretest.

Si el PDG es igual o mayor de 5 se considera que el sujeto es "potencialmente ganador", o lo que es lo mismo, que puede beneficiarse de un entrenamiento.

Posteriormente se ha publicado una nueva versión (EPA-2)

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